sábado, 30 de julio de 2011

JUSTICIA PARA ELI.

GLOBAL CONNECT BLOG

POR: ZAIRA CORTÉS
A MOTHER IS MURDERED; A SUSPECT FLEES AGAIN.

Nueva York.- Elia Zamora murió al amanecer de un día sin memoria. Tenía golpes en el cuerpo como quien tiene el silencio de castigo. Los moretones a veces le dolían en la piel, pero siempre en el espíritu.
Su nombre se perdió en estadísticas anuales de vidas arrebatadas por la violencia doméstica, pero los que aún le lloran, piden justicia para Eli a un año de una pena callada.
Tenía 28 años cuando fue apuñalada en el baño de su departamento en el vecindario de Kingsbridge Heights, en El Bronx. Su esposo, Héctor Ramírez, acabó con su vida después de una pelea como muchas, pero con un final imprevisto.
En la madrugada del 29 de agosto de 2010, Elia regresaba a su hogar después de asistir a una fiesta, acompañada por su esposo Héctor y su pequeño hijo de 9 años. Tenían poco tiempo de haberse mudado y habían comprado muebles recientemente.
Un familiar cercano de Zamora aseguró que Héctor alejó completamente a la joven madre de su familia y amigos. Elia tenía poca comunicación con su hermana.
Héctor, quien entonces tenía 30 años, inició una discusión acusándola de mirar a otros hombres durante la fiesta. Los gritos desesperados de Elia provocaron la angustia de una vecina, quien vivía en el piso de arriba y acudía con frecuencia al departamento de la familia ante las peleas constantes.
Cuando la mujer entró al lugar, Elia le pidió que llamara a la policía, pero minutos más tarde se arrepintió de tomar la decisión.
“Mi hermana ya no quiso la ayuda de la policía. Le dijo a la vecina que su esposo se vestiría y se iría de la casa”, dijo la hermana de Zamora.
La mujer salió del departamento. Minutos después escuchó un grito desgarrador. Regresó apresuradamente para asegurarse de que Eli y su pequeño hijo se encontraran bien.
Héctor la había apuñalado en el pecho en varias ocasiones. Elia tomó una toalla y se presionó las heridas para evitar que la sangre fluyera. Poco tiempo después se desvaneció ante la mirada horrorizada de su pequeño hijo, quien le pedía desesperadamente que resistiera, pues la ambulancia venia en camino.
Para entonces, la vecina había llamado al 911.
Ramírez escapó del departamento. Las cámaras de seguridad lo grabaron huyendo por los pasillos del edificio, mientras escondía el arma en su ropa.
El Departamento de Policía informó que ningún arma pudo recuperarse. El homicidio ocurrió en las inmediaciones del cuartel de policía 50.
Elia conoció a Héctor en Atlixco, Puebla, México. Desde entonces, su relación era sumamente violenta. La familia intervino para que ella lograra separarse de él y la ayudaron a emigrar a la Ciudad de Nueva York, en donde vivió cuatro años sola con su hijo.
“Él se puso en contacto con ella y le pidió que lo ayudara a cruzar la frontera”, aseguró un familiar cercano de Zamora.
Elia trabajó por varios meses en una lavandería para pagar el viaje de Héctor.
“Después de 4 meses de vivir juntos en Nueva York, mi hermana empezó a sufrir golpizas terribles. En ocasiones llegó al trabajo con moretones en el rostro”, comentó la hermana de Eli.
La pareja se comunicaba en secreto, hasta que la familia se enteró de que estaban viviendo juntos en la ciudad.
La familia aseguró que Héctor Ramírez tenía antecedentes penales en Atlixco, Puebla y que en mayo de 2010 había sido arrestado por la policía por posesión de drogas.
A casi un año de la muerte de Zamora, la familia clama justicia. El sospechoso no ha sido arrestado todavía.
“Él puede estar golpeando a otra mujer. Otra vida puede estar en peligro”, dijo un familiar cercano de Elia.
“No nos hemos resignado. Todavía hay dolor en nuestros corazones. Queremos a Héctor Ramírez en prisión. La familia no estará segura hasta que él pague por su horrendo crimen”.
La familia de Elia Zamora teme que otra mujer sea asesinada.
El Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York incrementó la recompensa por el sospechoso de $12.000 a $22.000 dólares y se espera que alguien reconozca a Ramírez. 
La policía pidió a la comunidad denunciar los casos de violencia doméstica para evitar más muertes.
Según cifras oficiales, en 2010 el 43% de asesinatos de mujeres en el Estado de Nueva York fueron cometidos por su pareja.
En el primer trimestre de 2011 ocurrieron 17 homicidios relacionados con violencia doméstica en la ciudad de Nueva York, de los cuales el 52% no tuvo contacto anterior con la policía y el 96% no tenía orden de protección.
En 2009, el NYPD atendió 25.761 casos vinculados con este problema.




    Elia Zamora.

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